martes, 17 de diciembre de 2013

Regalos para las fiestas. Seis promociones imperdibles


Se acerca fin de año y la Editorial Mil Botellas celebra con lecturas y un buen brindis las vísperas del 2014. Seguido las nuevas promociones.
Gracias y saludos,
Mil Botellas. 


PROMO 1
 
La saga Mariani. Las tres novelas de Martín Malharro: $180.

PROMO 2

Luz de las provincias
Sombra del fondo y otros cuentos de Carlos Hugo Aparicio + El romance del Aniceto de Zuhair Jury : $110 pesos. Incluye Los muchos que no viven de Alberto Vanasco de regalo.

PROMO 3
Los ´50 y ´70 narrados
La conquista del Imperio Ruso de Juan Carlos Martini Real + Los muchos que no viven de Alberto Vanasco: $100. Incluye Sombra del fondo y otros cuentos de Carlos Hugo Aparicio de regalo.

PROMO 4
Los cuentos de Mil Botellas
La conquista del Imperio Ruso de Juan Carlos Martini Real + Cuentos breves de Rafael Barrett: $90. Incluye El circo nunca muere de Gabriel Báñez de regalo.

PROMO 5
Mariani suelto en Buenos Aires
Carne seca Calibre.45 de Martín Malharro: $130.

PROMO 6
No hay dos sin tres
La conquista del Imperio Ruso de Juan Carlos Martini Real + El romance del Aniceto de Zuhair Jury: $100. Incluye Los muchos que no viven de Alberto Vanasco de regalo.

Si te interesan escribinos a mil_botellas@yahoo.com.ar o pedilas al (0221)15-455-5950 / 450-7349.

lunes, 9 de diciembre de 2013

El noroeste de Carlos Hugo Aparicio llegó a La Plata

El pasado viernes 6 se presentó en el Museo de Bellas Artes Emilio Pettoruti, el libro "Sombra del fondo y otros cuentos" del escritor Carlos Hugo Aparicio. Nos acompañaron en el lanzamiento, Jorge Lafforgue y el Teuco Castilla. Diez cuentos sobre el noroeste argentino en la pluma de otro autor rescatado por la Editorial Mil Botellas.

















Gentileza, fotos de Noelia Zapico y Mil Botellas

sábado, 30 de noviembre de 2013

Historias de detectives

Por Juan Manuel Bellini

James Bond con la cara de Roger Moore, Sean Connery, Pierce Brosnan, Daniel Craig, mostraba desde la pantalla del cine a un personaje seductor capaz de resolver enigmas saltando de un lugar al otro del planeta y consumando con las mujeres más lindas. A Mariani no le conocemos la cara, pero sí sus historias a través de tres novelas: Calibre.45, Carne seca y la recién reeditada Banco de niebla. Mariani no tiene la suerte de Bond, no conquista mujeres y sus viajes son más modestos. De Buenos Aires a Puerto Madryn, a La Plata, a Salta, a Chos Malal. Pero si el personaje creado por Ian Fleming en 1952 (el mismo año en que nació Malharro) hoy sobrevive en el cine, Mariani vive en la literatura. Tanto el lector erudito como el consecuente o el ocasional suelen devorarse las páginas de sus aventuras. Aventuras de ayer, de hoy y de acá. En Carne seca, el autor supo narrar sucesos de la última dictadura sin empantanarse en el tono políticamente correcto en el que cayeron otros escritores. En la nota sobre las ficciones que se metieron con el genocidio le dimos un lugar merecido. Malharro construye hechos ficcionales con una base real. En Banco de niebla se interna en la Argentina previa al golpe, la época en que la Triple A ya era un grupo de tareas que se perfeccionaría como máquina criminal poco después. También a ese tiempo oscuro llegará la novela. Mariani va a ser torturado, tendrá un tiroteo de película en una ruta de ripio, incurrirá en la burocracia de una oficina pública, en el diálogo engañoso con un portero, recibirá información sobre la Triple A en el CELS, visitará el taller de su ladero Demarchi y siempre tendrá tiempo para concurrir al bar Británico: el aleph de todas las novelas de Malharro. Así como Demarchi no es Watson, Mariani tampoco es Sherlock Holmes. Lejos del preciso detective british o del duro Philip Marlowe, Mariani llega a su casa y una de sus tías le pregunta: “¿Comiste algo, nene?”. Mariani es de acá cerca, de Buenos Aires. Si bien tiene una mirada nostálgica sobre su porteñidad se aleja del folleto turístico. No la siente una ciudad idílica, pero le gusta. El café y el tango siempre lo acompañan. Y lugares tan promocionados como Puerto Madryn o Cafayate sirven a la trama tanto como el recorrido por pueblitos como Chos Malal. 

La cuenta, por favor

La prosa de Malharro es precisa, tiene frases duras como el género policial lo exige y nada es casual ni inocente. Un personaje es Bárbara Drivman, una quebrada casada con un marino que remite a una persona bien real: Anita Dvatman a quien en la ESMA conocían como Barbarella (por la famosa película de los ’60 protagonizada por Jane Fonda), que terminó casándose con el represor Jorge Radice. Este ex teniente de fragata dio en el Juicio a las Juntas de 1985 una de las declaraciones más célebres y terribles: “A mí la superioridad me fijaba un blanco y yo ejecutaba la orden impartida por la superioridad, ése es el procedimiento, soy un militar o fui un militar, me determinaban un blanco y yo accionaba las armas”. En 1998, desde Página/12 Miguel Bonasso escribía que Radice era “un personaje dostoievskiano, de los que integraron esa zona gris de perversa relación entre los verdugos y una reducida minoría de sus víctimas que Alfredo Astiz acaba de reivindicar. A tal punto que se casó con la guerrillera quebrada Anita Dvatman (alias Barbarella), una temible ‘marcadora’ que entregó a varios de sus compañeros”. El matrimonio, en los ’90, esa década donde todo era posible, terminaron haciéndose amigotes de Rodolfo Galimberti. Malharro utiliza el registro de la ficción, mete la historia de Barbarella en su novela y no queda descolgada dentro de la trama. No es la historia principal, se trata de una de las tantas de un libro lleno de peripecias, como apunta Juan Sasturain en el prólogo: “En esta novela se puede fumar. No es frecuente en estos tiempos light encontrar novelas que admitan fumadores. Pero acá Mariani fuma y habilita. En realidad, en Banco de niebla se puede hacer de todo; de todo menos dejarla”. Más que atinada recomendación de Sasturain. 

Noche y niebla 

Hay diversas frases sobre la paranoia. Charly García decía: “Si no sos paranoico, es porque estás desinformado”; el Indio Solari: “Cuando uno está paranoico no quiere decir que no te estén siguiendo”; y Ricardo Piglia: “También los paranoicos tienen enemigos”. Pero, ¿cómo no vivir con paranoia en 1975? Las patotas de la Triple A y las de la última dictadura llenan de miedos a personajes que circulan por el teatro San Martín o por Salta. Mariani, que vivió esos años, dice desconocer qué pasó y a través del consejo del periodista Salinas llega hasta el CELS y se entera. Y sufrirá en carne propia de qué trataba todo eso cuando se encuentre cara a cara con una patota de represores en el presente. Lo seguirán hasta el sur, adonde huye y busca un secreto. Un VW Golf, un Renault 19 y una Ballester Molina alcanzan para una escena que no se olvida fácilmente, donde el lector parece escuchar los estampidos y ver la humareda negra. El Gordo Demarchi aparece en las tres novelas, al igual que las tías Eva y Edy, solteras y dispuestas a malcriar a este sobrino del que ni siquiera saben muy bien a qué se dedica, pero a quien le atienden el teléfono para encontrar a interlocutores enigmáticos y estrafalarios. Un personaje nuevo es Mario Soler, jugador y ex cantante de boleros en los cabarets de Centroamérica. Le da refugio a Mariani y tienen diálogos jugosos. Son precisamente los diálogos otro mérito en la escritura de Banco de niebla. Tomemos un ejemplo: —Veo que conoce bien a la policía, profesor. —Tuve ese placer cuando me detuvieron en el San Martín, después pude profundizar este conocimiento en 1976, cuando estuve preso aquí en La Plata. —¿Lo detuvieron por causas políticas? —En este país la cultura es política, más en aquellos años. —No lo sé. No leo muchos libros, no tengo tiempo para ellos. —Usted parece ignorar muchas cosas, Mariani. Triángulo equilátero Banco de niebla, Calibre.45, Carne seca, tres novelas protagonizadas por Mariani y editadas por Mil Botellas, ¿por cuál empezar? Por cualquiera de las tres; se leen independientemente y son adictivas. El periodista Ricardo Ragendorfer deja en el prólogo de Calibre.45 una frase compartida por lectores de los tres libros: “Lo cierto es que durante horas no pude apartar la mirada de aquellas hojas”. También muchos escritores que se acercan a su lectura coincidirán con ese “acababa de leer una historia que a mí me hubiera gustado escribir”.

Nota publicada en Otros círculos del mes de noviembre de 2013. 

lunes, 25 de noviembre de 2013

Mil Botellas llegó hasta Salta. De vuelta en casa, compartimos las fotos del viaje

La editorial Mil Botellas en la Expolibros 2013 de la ciudad de Salta, presentando el libro Sombra del fondo y otros cuentos de Carlos Hugo Aparicio. Compartimos su lanzamiento.


 El Cabildo de Salta

 Silvia y Ruth en el estand de la Expolibros que ofrecieron y vendieron Sombra del fondo...

 El hall de Expolibros donde se presentó el libro

El escritor Víctor Fernández Esteban

 La poeta Teresa Leonardi Herman, leyendo un poema en homenaje a Aparicio

 La familia de Aparicio, en la invitación a comer empanadas salteñas

Emmanuel en el aeropuerto de Salta

viernes, 22 de noviembre de 2013

Nuevo punto de venta en Salta

Buscá nuestros libros en la Librería Rayuela: Alvarado 570. 
Teléfono 0387-4312066/4313886. 
rayuela@arnet.com.ar. 
Salta capital.    

domingo, 17 de noviembre de 2013

Los cuentos de Aparicio desafían todo horizonte

Ramón Tarruella, uno de los editores que lleva el timón de la editorial platense Mil Botellas desde hace siete años. Antes de desempeñar ese rol decisor era sólo un lector apasionado que atesoraba libros en su biblioteca. Entre sus favoritos estaban los textos de una colección de Legasa, de los años 80, que rescataba a ciertos autores, relevantes aunque casi desconocidos. Un día, en una librería de Buenos Aires, encontró “Sombras del fondo”, de Carlos Hugo Aparicio, en una edición de Legasa que reunía, además, otro de sus libros de relatos, “Los bultos”. “El libro costaba dos pesos. Todavía tengo el precio estampado en la primera página -le contó Tarruella a El Tribuno-. Recuerdo que lo dejé un tiempo en mi biblioteca, durmiendo. Mucho después lo leí y me impactó muchísimo el primer cuento, "Los bultos'. Aparicio lograba recrear un mundo propio y realista, pero con ciertos desplazamientos hacia lo absurdo. Me encantó. Así que a principios de este año nos propusimos contactar a Aparicio, a sus parientes, con la idea de reeditarlo”. Y el proyecto se concretó. Mil Botellas presentó ayer en Salta la nueva edición de “Sombras del fondo” que, al igual que aquel viejo volumen de Legasa que Tarruella conserva en su biblioteca, también suma cuentos de “Los bultos”. Diez relatos en total, con el inconfundible pulso y la hondura existencial del escritor que nació en La Quiaca y le apostó al día a día en Salta. La reedición de Mil Botellas fue presentada por el escritor salteño Víctor Fernández Esteban y el editor Ramón Tarruella, y en la sala estuvo presente el autor, don Carlos. El acto se desarrolló en la Casa de la Cultura, en el marco de Salta Expo Libros. ¿Pero qué fue lo que más impactó a Tarruella lector y editor de los textos de Aparicio? “Por un lado, su lenguaje coloquial capaz de reproducir imaginarios e ilusiones truncas de personajes que andan por los márgenes. En este sentido, los relatos de Aparicio se hallan emparentados con la cuentística de Zuhair Jury, Daniel Moyano y Héctor Tizón. La particularidad es el tono vanguardista, la forma de empalmar los diálogos, el uso de la puntuación, la forma literal de hacer hablar a sus personajes. Creo que allí se nota la influencia de William Faulkner. Y ese rasgo rupturista es propio de Aparicio. Se trata de un auténtico estilista”, subrayó. Y ahondó aún más en su pormenorizado análisis literario: “Las tramas de Aparicio son oscilantes. Una preocupación que parece trivial en los personajes puede transformarse en una inmensa angustia. Nunca se sabe bien hacia dónde rumbean sus historias, y eso hace a su literatura contemporánea, siempre renovada”. Lo que le pasó a Tarruella con la obra de don Carlos (esa insondable necesidad de compartirla) tiene antecedentes. La primera novela de Aparicio, “Trenes del sur” (1988), se editó en Francia gracias a la iniciativa de una catedrática de la Universidad de Toulouse, Geneviéve Despinoy, quien se doctoró con un análisis de esta obra. El realizador salteño Alejandro Arroz, por su parte, llevó la obra de Aparicio al lenguaje cinematográfico. En 2007 estrenó el largometraje “Luz de invierno”, y en 2013 la serie de ficción “Historias de la orilla”, para la televisión digital abierta. Ambos trabajos están basados en cuentos de don Carlos. En el caso de la editorial Mil Botellas, cuya consigna es difundir la literatura “donde hay trabajo, dedicación y estilo”, publicar a Aparicio significó sumar una joya más a su selecta lista de ediciones y reediciones. “La gran literatura nacional viene de las provincias: Horacio Quiroga, Saer, Tizón, Di Benedetto. Y también del interior de la provincia de Buenos Aires: Abelardo Castillo, Miguel Briante, Enrique Wernicke. El interior, en este país unitario y con fuerte tono porteño, se debe hacer un lugar a los gritos, necesita hacerse escuchar porque provoca y conmueve. Eso se nota, cada vez con mayor intensidad”, concluyó el editor platense.
Ramón Tarruella y el autor, Carlos Hugo Aparicio

Nota publicada en la sección de Espectáculos del diario El tribuno de Salta, el sábado 16 de noviembre de 2013.

viernes, 15 de noviembre de 2013

Presentan una reedición de cuentos de Carlos Aparicio. Se trata de “Sombra del fondo y otros cuentos”, del sello platense Mil Botellas.

La obra de Carlos Hugo Aparicio sigue conquistando lectores, a la par que se multiplican las reediciones. Esta vez fue el sello platense Mil Botellas el que puso su mirada sobre los cuentos de este narrador, valorado como una de las mejores voces de la literatura argentina. Uno de los responsables de la editorial, Ramón Tarruella, presentará “Sombra del fondo y otros cuentos”, hoy a las 20.30, en la Casa de la Cultura, Caseros 460, en el marco de “Salta Expo Libros”. El volumen es una antología de dos libros de Carlos Hugo Aparicio: “Sombra del fondo” y “Los bultos”. En total, contiene diez cuentos. Sobre la obra del narrador salteño por adopción, Ramón Tarruella destacó: “Se inscribe entre esos escritores del interior que buscan irrumpir con ese lenguaje coloquial, reproduciendo imaginarios, ilusiones truncas de personajes que andan por los márgenes”. La presentación de la nueva antología de cuentos de editorial Mil Botellas estará a cargo del escritor salteño Víctor Fernández Esteban.

Publicado en la sección de Espectáculos del diario El Tribuno(Salta), el viernes 15 de noviembre de 2013

sábado, 26 de octubre de 2013

NOVEDAD EDITORIAL: SOMBRA DEL FONDO Y OTROS CUENTOS

La editorial Mil Botellas lanzará en las próximas semanas el libro de cuentos Sombra del fondo... de Carlos Hugo Aparicio, uno de los escritores más destacados de la provincia de Salta.
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viernes, 25 de octubre de 2013

domingo, 13 de octubre de 2013

Mil Botellas estará desde este miércoles 16 de octubre de 9 a 20hs. en la feria del libro varelense.
¡Date una vuelta y buscá nuestros libros!

sábado, 28 de septiembre de 2013

De feria en feria

Estuvimos en la Feria de la UNQUI el pasado 19 y 20 de septiembre. Muchas gracias a los organizadores por facilitar el encuentro y a los lectores, por supuesto!
La próxima parada, Florencio Varela.
Editorial Mil Botellas.





domingo, 22 de septiembre de 2013

Acerca de lo real

Rescates
La obra de Juan Carlos Martini Real reúne suficiente volumen y sustancia como para ser tomada en cuenta y, sin embargo, fue cayendo en el olvido después de la muerte de su autor en 1996. Desde una novela imprescindible y potente como Copyright publicada en plena dictadura, la nouvelle Macoco, sobre un connotado playboy porteño, hasta los relatos de 1975, ahora reeditados, de La conquista del imperio ruso, se encuentran en sus textos fuertes dosis de ironía en el uso del lenguaje coloquial y un aire de parodia que se adelantaron a su época.
Por Hugo Salas 

Los parnasos se construyen con tanto olvido como memoria, pero a pesar de lo trillado de esta comprobación, algunas omisiones todavía resultan desconcertantes. En la literatura argentina, llama a todas luces la atención el caso de Juan Carlos Martini Real, hecho que vuelve por demás significativa la reedición de uno de sus libros de cuentos más importantes, La conquista del imperio ruso, a cargo de la editorial Mil Botellas. Nacido en 1940 y fallecido a comienzos de 1996 –fecha, convengamos, bastante reciente–, el autor dejó una cantidad considerable de obra: cinco libros de relatos, la nouvelle Macoco (1977, a partir de anécdotas reales e imaginarias de uno de los playboys más célebres de la clase cajetilla porteña), la impactante novela Copyright (1979), entre las más audaces que se hayan publicado durante la dictadura, y ensayos críticos de relevancia. En su momento, ganó premios, tuvo a su cargo la sección libros de Confirmado, coordinó los diecinueve primeros volúmenes de La Historia del Tango, de Corregidor, organizó dos monumentales antologías de cuento y de poesía, formó parte del grupo El Traje del Fantasma, junto a Saer y Piglia, y a veces solo, otras en colaboración, dirigió las revistas literarias Meridiano 70, Macedonio, Latinoamericana, Pierre Menard y una publicación que aunque llegó a sacar un único número, La Revista (de poesía), tuvo una secuela imprevista: sirvió, junto a la italiana Alfabeta, de modelo gráfico al ineludible Diario de Poesía. Por si estos pergaminos fueran pocos, debemos a su trabajo periodístico una de las explicitaciones más contundentes del pensamiento literario y político de Haroldo Conti, como resultado de un extenso trabajo de entrevista, publicada en 1974 en la revista Crisis; hasta la fecha, lectura obligada para todos aquellos críticos e investigadores que se acercan al autor de Sudeste. El vínculo no es casual. Al leer los distintos relatos que componen La conquista del imperio ruso, publicado en 1975, se advierte la confluencia entre un interés por contar lo específico del paisaje urbano porteño, en particular el epigramático café de los setenta, y la irrupción de la militancia y la violencia política (que en su literatura no se confunden). Lo inusual en Martini Real es el tono, descarnadamente paródico. La mesa de café, por caso, está lejos del acogedor y cálido espacio de la bohemia romantizada por Cortázar, mientras que su mirada sobre algunas formas de la militancia y la acción política se aparta del panegírico. Así, por ejemplo, puede leerse en el cuento “Diario de un insurrecto” este pasaje que vale la pena reproducir: “El viernes 22 de septiembre a las 21 horas y 01 minuto, luego de un análisis intuitivo de la realidad, escozor en la piel, horizontes apócrifos, comprendí que se daban las condiciones subjetivas para hacer la Revolución y que no había tiempo que perder (...) Inmediatamente me fui a La Paz, entregado de lleno a las meditaciones. Entré por la puerta de la esquina, con un libro debajo del brazo, la campera beige con la capucha caída, la mirada distante, un poco despeinado y la barba sin arreglar. (...) Saqué, al instante, la pipa italiana, un arma de bolsillo útil para esas sonoras ocasiones en que alguien se propone, por fin, cambiar el mundo, como dice Marx, y busqué una mesa central y cómoda. Pedí un café, pero cortado con una gota de leche, pensando en la úlcera”. La subversión humorística llega al cenit en el relato que presta su título al libro, narrado desde la óptica de un exitoso jugador de fútbol, el Bambi, que emprende la desmesurada epopeya de conquistar a la “rusita” Esther Socolovsky, desdeñosa estudiante de Filosofía y Letras. La veta satírica que anticipa, dicho sea de paso,varias de las perspectivas que la literatura actual despliega sobre los setenta se conjuga con personajes cuya mirada, por alucinatoria, hiperbólica o sencillamente descabellada, ofrece un retrato del mundo que se traza en esa falta de coincidencia con el mundo, delicada y filosa, de una línea asíntota como el adolescente que se reinterpreta a sí mismo y a la experiencia que lo rodea a partir de la serie televisiva Kung Fu en “Pequeño Saltamontes”, o el obrero fabril Palópoli que estalla en “El iniciado”. Cinco años después, el procedimiento llegará al paroxismo en el notable, doloroso y perturbador relato sobre las formas de la clandestinidad que despliega la enorme Copyright, no casualmente su último libro de ficción. ¿Intentaba decirles algo a sus contemporáneos y lo desalentó no ser escuchado? ¿Lo abrumó el despliegue alucinatorio, hiperbólico y violento de la realidad misma? Es parte del enigma, cuya resolución tal vez se encuentre entre las páginas y las dedicatorias firmadas de los 4000 ejemplares de su biblioteca personal que hoy conforman el anexo Colección Juan Carlos Martini Real de la Biblioteca Benito Lynch, en el barrio de Mataderos. No deja de resultar llamativo que tras el retorno a la democracia se haya dedicado a la historiografía (del tango) y a la crítica de inspiración psicoanalítica, línea en la que se inscribe Notas sobre el padre en Facundo (1991), evocación de la sombra terrible de otro Quiroga, el propio padre de Sarmiento, en el texto más consagrado del sanjuanino. Por aquellos años lo conoció Liliana Heer, mientras compartían tareas como miembros del jurado del premio Boris Vian (Martini Real lo había ganado en 1980 por Copyright, ella en 1984 por Bloyd). La amistad desembocó en un trabajo en colaboración, que dio a luz artículos como “Guía erótica de la literatura” o “Borges, Freud: instancias del bien y del mal” y el delicioso Giacomo El texto secreto de Joyce (1992), ficción crítica sobre un manuscrito inédito del célebre irlandés, descubierto por su hermano después de su muerte y publicado recién en 1968. Consultada acerca de su colega, Heer rescata de su archivo personal un documento directo de aquellos días, un papel en el que garabateó, adoptando una práctica joyceana, catorce adjetivos sustantivables que a su juicio definían a su compañero: “Entusiasta, creativo, político, intenso, agudo, leal, estratega, apasionado, lúcido, memorioso, seductor, sagaz, intuitivo, brillante”. Para quienes no lo conocimos, resulta difícil saber si aciertan a definir la persona, pero es innegable que todos ellos relucen en las páginas que se conservan de su literatura. 



Nota publicada en el suplemento "Radar" de Página 12, el día domingo 22 de septiembre de 2013.

martes, 17 de septiembre de 2013

Este jueves y viernes buscá los libros de Mil Botellas en el stand 26 de la III fiesta del libro en la UNQUI

La Editorial UNQ, a través de la librería Nota al pie, participará del evento que convoca a editoriales independientes, revistas culturales y autogestionadas, sellos universitarios y bibliotecas populares. Una feria con forma de Rayuela. Donde podrán encontrar las ediciones de: NaN, Milena Caserola, Pulmonar Creaciones, Blues en su tinta, Mirese adentro, Palabras con historia, Las cuarenta, La mariposa y la iguana, La otra vereda, La cebra, Planta, Mil Botellas, Herramienta, Panxa, Colectivo de artistas, La Pulseada, Sudestada, El Parque, Lápices de colores, Las patas en la fuente, Voto latino, Diáfora, Pelota de trapo, Otro Viento, Caracoleando, Mascaró, Colectivo Alegre Rebeldía, Atrapamuros, Maíz, Area Urbana, UNIPE, Editorial UNQ, Coordenadas, OCNI, A pasitos del fin del mundo, La comunidad de las serpientes, Pixel, Club Hem, Estructura mental a las estrellas, Llanto de mudo ediciones, La bestia equilátera, Entropía, Años luz, Criatura editora, Bajo la luna, Caja Negra, Cactus, Interzona, La marca, La llamarada, Paradiso, La Talita dorada, Godot, Gog y Magog, Editorial Municipal de Rosario, Viajera, Iván Rosado, El colectivo, Mansalva, Eterna Cadencia y Mar dulce.


Más información.
Programación


Anuncio publicado en el diario Hoy el jueves 12 de septiembre de 2013

domingo, 15 de septiembre de 2013

Se presentó Banco de niebla de Martín Malharro

El jueves 12 se presentó la novela negra Banco de niebla y finalmente la serie "La Balada del Británico" salió completa por el sello Mil Botellas. El evento se realizó en el Museo Provincial Emilio Pettoruti y contó con la presencia del autor y del periodista Carlos Gabetta. 
Seguido compartimos algunas fotografías tomadas por Noelia Zapico y también, por la cámara milbotelliana.



De izquierda a derecha, el escritor Martín Malharro, el editor Ramón Tarruella y el periodista Carlos Gabetta


El autor, Martín Malharro


Los editores Sofía Silva y Ramón Tarruella junto a Emmanuel Burgueño

Ramón Tarruella, Clara Segura, Cecilia Martínez y Noelia Zapico

La Balada del Británico


El público



Marco y Elena


 Emmanuel Burgueño dando una mano con la venta de libros

Elena Giovannetti que se acaba de sumar a la troupe milbotelliana