lunes, 21 de noviembre de 2011

UNA CHARLA CON FUNDAMENTOS


Dora Giannoni y Gloriana Tejada luego del encuentro

El jueves pasado, el ciclo de charlas literarias organizado por la Editorial Mil Botellas, homenajeó a uno de los grandes poetas de la música popular argentina: Armando Tejada Gómez. En un mes dedicado a biografías, el encuentro tuvo la presencia de Dora Giannoni, autora de Armando Tejada Gómez. Profeta del viento, además de su pareja durante muchos años y la hija del poeta, Gloriana Tejada. Las invitadas recorrieron no sólo la vida del artista homenajeado, sino también supieron contar una parte importante de la historia del folklore argentino y latinoamericano.
“Él era principalmente un poeta, que usó la palabra para hablar sobre la pobreza, para pensar e imaginarse otro mundo”, explicó Dora Giannoni, profesora de Letras, docente durante buena parte de su vida, y también poeta. “Después conoció a Mercedes Sosa, a Oscar Matus, el primer marido de Mercedes, y allí sus poemas fueron musicalizados”, contó. De esos encuentros, salió uno de los primeros discos de Mercedes Sosa, Canciones con fundamento, donde los tres artistas se unen para dar inicio a una renovación fundamental en la música popular argentina.
Gloriana Tejada, hija de Tejada Gómez, mendocina como su padre, contó con algunos detalles anecdóticos de cómo y cuando se conocieron Mercedes Sosa y Oscar Matus.
Los tres artistas formaron parte del llamado Nuevo Cancionero Argentino, puntapié inicial de la renovación del folklore en los años sesenta. Y Armando Tejada Gómez escribió el manifiesto de ese movimiento. “La canción debía tener un contenido, según ese manifiesto, fundamentos, y así lo expresaron acá y también en otros países de América latina”, comentó Gloriana Tejada, quien investigó con profundidad ese movimiento musical. “Lo particular del Cancionero en Argentina fue su condición orgánica. Se juntaban para organizarse, pensaban cada actividad. Y así, se expandieron por otros países de América Latina. Fueron a Chile, a Uruguay”, agregó Gloriana, quien dirige el Centro Cultural que lleva el nombre de su padre, situado en Buenos Aires. Ahora, le preguntaron a Silvio Rodríguez sobre su influencia y él dijo “nosotros escuchábamos al Nuevo Cancionero, de ellos aprendimos”, acotó Dora Giannoni.
La charla tuvo una intensa participación del público, con preguntas sobre los orígenes de Tejada Gómez, dónde se consiguen sus libros, su relación con otros poetas. Por ejemplo, el chileno Pablo Neruda. “Se conocieron en un festival de poesía, luego Neruda leyó su primer libro y le escribió unos elogios que formaron parte del segundo libro de Armando”, dijo Gloriana, para luego rememorar un homenaje al poeta chileno que le hicieron en una cantina del barrio de La Boca, a fines de los años sesenta.
Otra pregunta indagó sobre cómo se conocieron Dora y Armando. “Yo fui con mi familia, de vacaciones a La Rioja, en verano, con un calor de cincuenta grados a la sombra. Ese día actuaba Armando en un club, y fuimos a verlo. Cuando terminó, lo encontré y me dijo, yo me voy casar con vos”, reprodujo Dora aquella anécdota donde también estaba Gloriana, con once años. “Cuando me propuso eso, está loco este hombre, pensé. Cuando volví a 9 de Julio, mi pueblo, y dejé a mi novio”, comentó Dora, provocando la risa de los presentes.
La biografía de Armando Tejada Gómez, profeta del viento, publicada en dos tomos, Dora Giannoni lo escribió en menos de un año, y ella mismo lo definió como “una necesidad personal”. Para Gloriana, fue un trabajo muy placentero, “ir precisando fechas, nombres, lugares”. Incluso, terminando el libro, releyendo los dos últimos capítulos, Dora logró que Gloriana la tuteara, en una relación que ya llevaba décadas juntas. Una calidez que se notó en cada momento de la charla, y que el público supo percibir.
El ciclo continúa el jueves próximo con un homenaje al gran escritor paraguayo Augusto Roa Bastos, con la presencia del autor de su biografía, Armando Almada Roche.

Ramón D. Tarruella
FOTO: ARCHIVO MILBOTELLAS.
Nota publicada el lunes 21 de noviembre de 2011 en el Diario Diagonales.

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