Por Jorge Boccanera
Los textos de Aparicio -nacido en Jujuy y radicado en Salta desde niño- incluidos en esta antología que reúne trabajos de libros anteriores como Los Bultos(1974) y un volumen con el mismo título de Sombra del fondo (1982), dan una muestra cabal de su narrativa centrada en una atmósfera donde lo inquietante sobrevuela la planicie de lo cotidiano.
Quizá sea este rasgo, y un lenguaje hilvanado a personajes marginales, que serpentea por el monólogo, el diálogo, el comentario hasta hacerse pura sensación, lo que otorga espesor a una obra que se completa con la novelaTrenes del sur y varios libros de poesía, entre ellos, El grillo ciudadano, El silbo de la esquina y Romance de bar.
El narrador y editor Ramón Tarruella, uno de los responsables de la aparición de Sombra del fondo a cargo del sello que co-dirige -Editorial Mil Botellas-, dialogó con Télam sobra las claves de esta obra:
¿Cuál fue el criterio de selección para editar esta compilación de relatos?
Ramón Tarruella: La idea era hacer conocer sus cuentos, su estilo. Representar la identidad literaria de Aparicio; ese modo preciso que hace que el lugar del narrador, el artificio, no aparezca. Antologar diez cuentos era una forma de lanzar al autor, de mostrarlo. La selección se hizo en base a los gustos; creo que todos tienen un mismo tono.
¿Considera uno de los hallazgos de Aparicio su observación a fondo de personajes que habitan zonas postergadas y un clima de tiempos muertos, de sofocación?
Justamente, estos personajes que pertenecen a esos escenarios y se repiten en el conurbano y en otras ciudades de provincia, le dan su identidad. Están mimetizados con esos barrios, a la vez son únicos; los responsables de tareas ordinarias, cada día en la misma esquina, con la esperanza trunca, siempre en ese mismo lugar, sin otra posibilidad.
La oscuridad, el calor y el vendaval, se articulan a la interioridad de los personajes exasperando sus temores, su ahogo; pareciera que les falta todo, hasta el aire…
Les falta el aire, que es también la ausencia de una esperanza genuina, propia. Lo interesante es que no se muestra a la pobreza desde lo pintoresco, sino como una realidad. Este mundo de las orillas fue tomado por otros grandes narradores como Bernardo Kordon, también sus personajes deambulan y sobreviven inventándose ilusiones.
¿Cómo evalúa el lenguaje de Aparicio, ese fraseo armado con pensamientos, gestos y la superposición de voces de los personajes?
Creo que el recurso es hacer literatura con recortes del habla coloquial, lo que circula en cada esquina, las preocupaciones que se repiten en un bar. Es el mismo procedimiento que utiliza Manuel Puig en sus novelas, hacer literatura con lo que ya se dijo: contemplar, escuchar.
Creo que esas voces más que superponerse, conviven. Me gusta esa palabra, conviven, se alojan, y creo que precisamente eso me impactó al leerlo. La forma en que convive una alegoría con un insulto, una oración sin terminar y una escena excelentemente descripta de una mujer haciendo milanesas.
Un elemento importante de esta narrativa es el silencio, ¿esto tiene que ver con los sobreentendidos, con la incomunicación?
Esos silencios son propios de la forma de hablar de esos personajes, con silencios e interrupciones. Por eso, en algunos cuentos la oración comienza a mitad de la página, o parece retomar una conversación ya iniciada; silencios propios del noroeste.
No creo que signifique incomunicación, es su forma de comunicarse, ya sea desde lo cotidiano en relatos como "Barrio La Aparición", o desde la violencia en "Puerta sin trancas". El silencio, en los cuentos de Aparicio, les da un tono poético, es lo no dicho que apela a la intuición.
Hay pasajes metafóricos en estos cuentos, y pasajes narrativos en sus poemas, incluso con personajes (el caso de "Pedro Orillas"), ¿cómo interactúan ambos géneros en la obra de Aparicio?
-Pedro Orillas, su primer libro de poemas es un desprendimiento de sus personajes y a la vez estos poemas podrían formar parte de sus cuentos. La poética de Aparicio sigue la búsqueda de metáfora y ficción en personajes reales, en lugares identificables; es una búsqueda que se repite en la cual la poética y la narrativa dialogan.
La publicación de Sombra del fondo, amplía la circulación de la obra relevante de Aparicio con libros traducidos al francés, poemas musicalizados por Dino Saluzzi e historias llevadas al cine: en 2007 se estrenó la película "Luz de invierno" dirigida por Alejandro Arroz y actualmente el mismo director filma una serie de ocho capítulos titulada "Historias de la orilla", también basada en cuentos de Aparicio.
Entrevista publicada en la agencia de noticias Télam el lunes 13 de enero de 2014.
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