Alberto Vanasco nació en Buenos Aires en 1925. Miembro de una familia acomodada y lectora, tuvo tempranamente contacto con buena parte de la literatura europea. Como resultado de la crisis del treinta, que repercutió fuertemente en su entorno, vivió en su infancia desarraigos y mudanzas, experiencias que lo marcarán en todo lo que escriba. Vivió en Estados Unidos y en Europa. Su personalidad multifacética y aventurera lo llevó a realizar innumerables tareas. Trabajó en la Corporación de Transportes, en el Poder Judicial, fue remisero, oficial de las Fuerzas Armadas, traductor y profesor de física y matemáticas. Escribió guiones para el cine y la TV, dirigió talleres literarios y revistas.
Como autor, escribió poesía, novela, cuento, ensayo filosófico, ciencia ficción y teatro. En el Colegio Nacional de Buenos Aires comenzó su amistad entrañable con el poeta Mario Trejo. Luego, se relacionó con los surrealistas, como Francisco Madariaga y Enrique Molina, y con el grupo Poesía Buenos Aires; Edgar Bayley, Miguel Brascó, Raúl Gustavo Aguirre y Paco Urondo. Fue un innovador en todos los géneros. En su novela Sin embargo Juan vivía (1947), anticipó los logros que luego serían atribuidos al neobjetivismo francés, y antes que Michel Butor, usó la segunda persona y el tiempo verbal futuro, rompiendo con las apoyaturas formales acostumbradas. Su obra de teatro No hay piedad para Hamlet, escrita con Trejo, recibió el Premio Municipal en 1957. Dirigió, junto a Paco Urondo, la revista Zona y participó en Macedonio y Letra y línea. Como autor de ciencia ficción, un género poco desarrollado en nuestro país, escribió los libros de cuentos Memorias del Futuro (1966), que tuvo varias reediciones, y Adiós al mañana (1967), ambos en colaboración con Eduardo Goligorsky. En su novela Nueva York, Nueva York (1967), propuso una experimentación con el tiempo narrativo, ya que está narrada en sentido contrario al transcurso temporal. Diez años después, publicó Otros verán el mar, novela de fuerte contenido político.
En su obra poética también mostró una intención innovadora. Algunos de sus libros son 24 sonetos absolutos y dos intrascendentes (1943), Cuartetos y Tercetos Definitivos (1947), Ella en general (1954) y Canto Rodado (1962). Se dedicó a estudiar la obra de Hegel, autor que según sus palabras, le brindó respuestas varias. Publicó Vida y obra de Hegel (1973) y Tres ensayos sobre una filosofía de nuestro tiempo (1992). Recibió el Premio Konex en 1984, en la disciplina Ciencia Ficción. Su novela Al Sur del río Grande ganó el Premio Municipal en el año 1987. Y en 1992 la Fundación Argentina para la Poesía le otorgó el Gran Premio de Honor. Tuvo tres hijos: Alberto, músico, Victoria, economista, y Luz, restauradora de arte. Su último trabajo fue como director de la Conabip (Comisión Nacional Protectora de Bibliotecas Populares). Murió en Buenos Aires en 1993.
Como autor, escribió poesía, novela, cuento, ensayo filosófico, ciencia ficción y teatro. En el Colegio Nacional de Buenos Aires comenzó su amistad entrañable con el poeta Mario Trejo. Luego, se relacionó con los surrealistas, como Francisco Madariaga y Enrique Molina, y con el grupo Poesía Buenos Aires; Edgar Bayley, Miguel Brascó, Raúl Gustavo Aguirre y Paco Urondo. Fue un innovador en todos los géneros. En su novela Sin embargo Juan vivía (1947), anticipó los logros que luego serían atribuidos al neobjetivismo francés, y antes que Michel Butor, usó la segunda persona y el tiempo verbal futuro, rompiendo con las apoyaturas formales acostumbradas. Su obra de teatro No hay piedad para Hamlet, escrita con Trejo, recibió el Premio Municipal en 1957. Dirigió, junto a Paco Urondo, la revista Zona y participó en Macedonio y Letra y línea. Como autor de ciencia ficción, un género poco desarrollado en nuestro país, escribió los libros de cuentos Memorias del Futuro (1966), que tuvo varias reediciones, y Adiós al mañana (1967), ambos en colaboración con Eduardo Goligorsky. En su novela Nueva York, Nueva York (1967), propuso una experimentación con el tiempo narrativo, ya que está narrada en sentido contrario al transcurso temporal. Diez años después, publicó Otros verán el mar, novela de fuerte contenido político.
En su obra poética también mostró una intención innovadora. Algunos de sus libros son 24 sonetos absolutos y dos intrascendentes (1943), Cuartetos y Tercetos Definitivos (1947), Ella en general (1954) y Canto Rodado (1962). Se dedicó a estudiar la obra de Hegel, autor que según sus palabras, le brindó respuestas varias. Publicó Vida y obra de Hegel (1973) y Tres ensayos sobre una filosofía de nuestro tiempo (1992). Recibió el Premio Konex en 1984, en la disciplina Ciencia Ficción. Su novela Al Sur del río Grande ganó el Premio Municipal en el año 1987. Y en 1992 la Fundación Argentina para la Poesía le otorgó el Gran Premio de Honor. Tuvo tres hijos: Alberto, músico, Victoria, economista, y Luz, restauradora de arte. Su último trabajo fue como director de la Conabip (Comisión Nacional Protectora de Bibliotecas Populares). Murió en Buenos Aires en 1993.
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