martes, 25 de agosto de 2009

ENCUENTRO DE FÁBULAS, CUENTOS Y GUIONES

Samanta Scweblin, Ramón D. Tarruella y Marcelo Birmajer

U
na charla literaria es interesante cuando quedan frases contundentes que permiten el diálogo entre los escritores y el público, con la posibilidad de trascender en el tiempo. Eso sucedió el jueves en el Islas Malvinas en el Ciclo Cuatro Ficciones, donde los escritores Samanta Schweblin y Marcelo Birmajer no ahorraron elogios y críticas.
Schweblin confesó su amor a la literatura de Adolfo Bioy Casares y también el motivo de estudiar cine y no letras: “fui bien aconsejada de no hacer la carrera de Letras. De allí puede salir un buen profesor o un buen crítico, pero no un escritor”. Birmajer contó su admiración por la prosa de Roberto Fontanarrosa, Philip Dick e Isaac Bashevis Singer, y remarcó que “el lenguaje de Borges no me resulta estimulante para escribir, pero sí para leer”. El encuentro comenzó recordando sus primeras lecturas, donde coincidieron en el gusto por las fábulas de Esopo. La pasión de Birmajer por el drama y el suspenso le permitió mezclar el Antiguo Testamento con los textos de Samaniego. Schweblin recordó cuando en su adolescencia se trasladaba de Hurlingham a las mesas de saldos de la calle Corrientes, “donde Dostoievski salía lo mismo que un alfajor”.
Mientras que Samanta Schweblin incursionó solamente en el cuento, a través de los libros premiados El núcleo del disturbio y Pájaros en la boca, Marcelo Birmajer se vinculó con distintos géneros, como el cuento, la novela, la historieta, la televisión y el cine. Un programa emblemático como El otro lado de Fabián Polosecki y la película El abrazo partido de Daniel Burman contaron con sus guiones. Esta variedad laboral continúa, ya que actualmente hace unas columnas en radio Del Plata.
Ambos tienen definidos sus pasos a seguir, Schweblin seguirá fiel al género cuento mientras que Birmajer planea una novela juvenil. Luego de una pregunta del público de por qué escribía solo cuentos, la joven escritora Schweblin respondió que “es una cuestión de energía. Hay algo de vicio también, empiezo a pensar las ideas en ese formato donde es muy importante la velocidad”. Birmajer, por su parte, confesó que “en mí convive el oficio y la vocación de escritor, escribir es lo único que sé hacer”.
El próximo jueves a las 19.30 horas, Daniel Guebel y Miguel Russo cerrarán el ciclo del mes de agosto dedicado al encuentro entre dos escritores.

Juan Manuel Bellini
Nota publicada en Diagonales, el lunes 24 de agosto de 2009.

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